En las encuestas nacionales e internacionales ellos están entre los más valorados para ser los sucedores de Conchita Wurst y representar a Austria en el 60º aniversario del Festival de Eurovisión en Viena. El grupo Johann Sebastian Bass es uno de los 6 candidatos finalistas para la preselección de Austria. Son distintos, son diferentes y no pasan desapercibidos allí por donde pasan. Los hermanos Basses, como se dejan llamar, han sido tan amables de concedernos una entrevista a falta de unos pocos días de presentar sus propuestas para Viena 2015.
¡Gracias!
Realmente sí. Pensamos que éramos demasiado osados o provocadores para este tipo de espectáculo. Fuimos los últimos en actuar y ya habían pasado por el escenario todo tipo de estilos y puestas en escena.
Fuimos invitados por el equipo de selección de la ORF.
Realmente no hay mucho tiempo para preparar para la final. Tenemos que escribir canciones, hacerles los arreglos y producirlas. Para eso, la ORF nos ofrece apoyo, a través de su excelente infraestructura. Por otra parte, nuestra vida diaria tiene que continuar, al margen de Eurovisión. Todavía tenemos comprometidos conciertos y otras actuaciones especiales que necesitan tiempo y dedicación, para que podamos hacer de ellas algo especial. Y los pocos minutos que nos sobran los aprovechamos para pasear a los caniches por el parque. Puede que sea eso lo que nos dé el equilibrio mental y la fuerza para la Gran Final… 😉
Somos de Viena y Múnich, y nos encontramos en Leipzig en la década de los 50 del siglo XVIII, en el funeral de un famoso compositor. Corría el rumor de que, aunque fuésemos hijos de diferentes madres, ese compositor era nuestro padre. Desde entonces, trabajamos juntos como grupo artístico. Debido al bochornoso accidente que causamos cuando fuimos invitados a la mansión del rey Luis XV en Versalles, fuimos obligados a retroceder en el tiempo para enmendar el problema causado. Pero las máquinas para viajar en el tiempo no eran en esa época tan buenas como lo son ahora, por lo que viajamos a 2011. Desde entonces, hemos trabajado como una orquesta de tres miembros en Viena. La cultura moderna nos llegó al corazón, y disfrutamos de esta época. También, en el plano musical, preferimos los sonidos e instrumentos contemporáneos, aunque no renunciamos a nuestras raíces. Por medio de la ropa y las pelucas mantenemos viva nuestra historia. Y, de cuando en cuando, nuestras melodías tienen toques de clavicordio y tonadas antiguas.
¡Creemos que sí! Somos representantes de la música pop moderna y, al mismo tiempo, de 300 años de historia austriaca (realmente europea). El festival ha progresado muy bien durante la última década. Y creemos que Europa y Australia 😉 están finalmente preparadas para recibirnos.
Realmente eso es una especie de ventaja. La gente cree que las probabilidades de ganar dos festivales seguidos son casi nulas, por lo que las expectativas son muy bajas. Y si nos las arreglamos para convencer al público y terminar en un buen puesto o, incluso, ganar por segunda vez ;-), la euforia durará más.
Llegamos a 2011 con nuestra máquina del tiempo, por lo que sólo hemos tenido cuatro años para seguir el festival. Pero si no teníamos ningún concierto en los días en que se celebraba nos encantaba verlo. Y, debido al invento de Internet, nos hemos puesto al día sobre su historia, viendo algunos años.
Un gran apoyo de nuestro país y, quizás, una avalancha de porquería de la gente que quería que algún otro la hubiera ganado. Pero los comentarios “de odio” son, la mayoría de las veces, los más divertidos de leer… 😉
Desgraciadamente no.
¡Nos vemos!